El Poliestireno, siendo protagonista tras la pandemia por COVID-19 - Frigocel

Publicado el 08/Jun/2022

 Después del gran reto que significó la producción de una vacuna para combatir el COVID-19, ahora el mundo se enfrentó a la dificultad de la logística y distribución que se requiere para llevarla a los diferentes países.

En este sentido, la industria farmacéutica ha recalcado la importancia de mantener una temperatura extremadamente baja para la conservación de algunas vacunas, de forma tal que se necesita almacenar a temperaturas de entre -60° y -80° centígrados. 

Sin embargo, estos requisitos de red de frío se consideran para el transporte de un país hacia otro, ya que al llegar a las salas de vacunación de las localidades se podrán almacenar las vacunas a temperaturas de 2° a 8° centígrados y hasta por 5 días.

De esta manera, la cadena fría es elemental para la logística de distribución de la vacuna, además de la construcción de cuartos fríos donde se guarden las porciones del antídoto.

El Poliestireno Expandido es muy ligero, por lo que no eleva el peso de la carga y es ideal para la logística de productos que requieren de la cadena frío para transportarse, como alimentos, químicos o medicinas.

Además de las especificaciones de temperatura en la red de frío, para garantizar la llegada de la vacuna a las localidades se necesitarán empresas logísticas expertas en mantener altos estándares de seguridad en la transportación.

Las campañas de vacunación han sido ideales para la coordinación de las aplicaciones de otras vacunas y nos hemos enfrentado a un reto en las cadenas de distribución en la industria farmacéutica. Por eso es tan importante generar estrategias y alianzas sólidas para fabricar productos que salven vidas.

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