¿El termoformado es un arte… o una ciencia?

por | Jul 4, 2025 | Hules y plásticos | 0 Comentarios

Cuando hablamos de termoformado, a veces se le considera un arte por la habilidad y experiencia que se requieren para perfeccionar cada pieza; otras veces, se le llama una ciencia, por la precisión en el control de variables y procesos. Pero, ¿cuál es la realidad?

El termoformado se basa en principios técnicos muy específicos: se calienta una lámina termoplástica a temperaturas entre 120 °C y 180 °C, y luego se moldea mediante vacío o presión, buscando reproducir fielmente la forma del molde. Para lograr acabado, resistencia y repetibilidad, es crucial controlar una serie de parámetros:

  • Temperatura y tiempo de calentamiento, ajustados según el tipo de plástico y el espesor de la lámina.
  • Porcentaje de material reciclado en la mezcla.
  • Los sistemas de vacío y compresión.
  • Fluidez del material con el que se fabrican los materiales.
  • la presencia o ausencia de aditivos.
  • Las bombas de vacío que se usan
  • Las caracteristicas de los hornos.
  • La configuración de la máquina.
  • La presencia de corrientes de aire de las máquinas.
  • El diseño de los moldes.

Estas variables hacen que el proceso sea susceptible de análisis y optimización, lo que lo convierte en una técnica altamente científica. Algunos dicen que es una ciencia “oscura”, cuando se trabaja con máquinas limitadas, y puede tener sentido pensar así bajo esas circusntancias.

Pero, después de año mi conclusión es la siguiente: el termoformado es una ciencia.

Porqué el termoformado es una ciencia

Es un proceso que funciona con un método científico: observación, hipótesis, experimentación, análisis y conclusión. Se replican las mismas condiciones de trabajo de un laboratorio para que los resultados sean consistentes.

Si el ternoformado fuera un arte, con mismas condiciones, los resultados serían variables, pero no es así. En este proceso, si controlamos las variables, los resultados son los mismos. Las piezas que se manufacturan no son producto de la suerte, sino de condiciones controladas de variables.

Con la experiencia, veos piezas fallidas por razones muy específicas: hornos desbalanceados, fugas, mal diseño de moldes, problemas de temperaturas, corrientes de aire y mucho más. Si se corrige el problema, se obtiene la pieza deseada.

Cuando se controlan las variables, el proceso se vuelve predecible, estable y eficiente. Con esto, compartimos nuestra experiencia, sugerencias prácticas y consejos. Si deseas mayor información, te invitamos a contactarnos aquí.

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