Cada vez es más común hablar de “la realidad” de la inteligencia artificial (IA) para la publicidad y marketing. Sin embargo, cuando leemos la mayoría de los artículos que hablan sobre las tendencias, promesas y expectativas de la IA en estos segmentos, vemos lo poco que se transmite al lector o profesional del departamento de marketing, quien, en última instancia, puede no entender de qué se habla en concreto sobre la inclusión de la inteligencia artificial en nuestras campañas publicitarias.
Se habla de nuevas configuraciones, de automatización, de mayor eficiencia, incluso, de debates éticos sobre el uso de la IA, y el desplazamiento de la actividad humana, pero no se dice cuáles son los alcances de su presencia hoy en el mundo del marketing digital.
Ejemplos de IA en la realidad del marketing digital
Pero ¿qué imaginamos por Inteligencia Artificial? ¿Acaso una charla con ChatGPT? ¿La interacción con una máquina que puede resolverte lo que sea?
La IA en realidad es una herramienta que está presente en nuestro día a día, que trabaja con datos, y mediante programación humana, puede procesarlos y analizarlos, bajo ciertos estándares y límites. Pensemos en un simple buscador en Internet, en aquellas aplicaciones o dispositivos que responden al reconocimiento de voz, o bien, las recomendaciones personalizadas que ya te arrojan ciertas plataformas de entretenimiento. Todo eso funciona con IA.
En el caso del marketing digital, cualquier herramienta que implique el uso de datos y la automatización forman parte de la IA. Por ejemplo, Google Ads ya cuenta con opciones para automatizar y segmentar de forma automatizada una campaña, “sin que tengas que intervenir”.
La comunicación automatizada, mediante el chatbots, también es una herramienta de la IA que muchos ya aplicamos en nuestros sistemas de soporte, o de atención al cliente. Funcionan por la incorporación de algoritmos que responden a cierta semántica para imitar conversaciones humanas.
El Data Driven Marketing ahora permite que una herramienta analice y ejecute acciones, basada en datos recabados de usuarios y clientes, obtenidos de cualquier interacción. Las recomendaciones personalizadas provienen del Big Data, con la alimentación de los algoritmos, mediante las interacciones de los usuarios. El algoritmo BERT de Google también es un gran aliado en los motores de búsqueda en nuestras estrategias de SEO.
La experiencia humana
Sin embargo, si consideras cómo has incorporado estas herramientas a tu día a día, la simple IA no lo es todo. El chatbot tiene límites y, en muchas ocasiones, puede ser molesto para tus clientes. Los motores de búsqueda se alimentan de las interacciones y los contenidos, al final, el SEO lo construyes tú.
Las automatizaciones de ciertas plataformas no siempre son lo que esperamos como usuarios, o como estrategas de marketing para los resultados que buscamos.
En resumen, la inteligencia artificial no es tal como, en ocasiones, la imaginamos, no lo hace todo. La experiencia humana es elemental para que las herramientas en automatización y datos funcionen como esperamos, agregando el factor humano de análisis y su toma de decisiones. Para apoyarte en el uso eficiente de estas herramientas, te invitamos a contactarnos y te compartiremos más información.