La Real Academia de la Lengua atribuye el origen etimológico de la palabra papel al vocablo catalán paper que, a su vez, deriva del latín papȳrus. El papel es una hoja delgada que, comúnmente, se hace con pasta de fibras vegetales, los chinos los hacían a partir de residuos de la seda, paja de arroz o cáñamo; los egipcios, de plantas que crecían a orillas del Nilo, y en Europa se utilizaban pieles curtidas.
La madera que se utiliza para fabricar papel se divide en dos tipos: madera dura y madera blanda. Los árboles de madera dura como los robles y maples tienen fibras cortas, con ellas se produce un papel más liso que se utiliza para imprimir o escribir, sin embargo suele ser más débil que el que se obtiene de la madera blanda –pinos o piceas–. Este último tipo de madera tiene fibras largas que ayudan a crear papeles más gruesos y resistentes, aunque más rugosos, que se utilizan en la fabricación de cartón.
Las técnicas existentes permiten realizar combinaciones de estas fibras para crear papeles con características más específicas y se utiliza una mezcla para cada propósito.
En la actualidad existen diferentes definiciones de papel dependiendo de sus cualidades prácticas y de sus características ambientales. Al momento de comprar o utilizar papel es importante considerar la procedencia de la materia prima, así como su proceso de fabricación. En el mercado se pueden encontrar una gran variedad de presentaciones y tipos de papel, es importante saber a qué se refiere un fabricante cuando habla de papel ecológico o reciclado y cuales son sus propiedades.
El papel fabricado a partir de células vírgenes –que son las fibras de la madera cuando se utilizan por primera vez– es considerado, en el mercado, como un producto ecológico ya que es 100% reciclable y se elabora con materia prima natural y renovable; sin embargo, un producto verdaderamente ecológico solo lo es cuando se puede asegurar que proviene de un manejo sostenible de la madera y que ha sido elaborado mediante un proceso que reduce el impacto medioambiental y que utiliza tecnologías limpias.
Otro punto fundamental está relacionado con la “blancura”. En función del proceso para obtener papel blanco, el material puede ser libre de cloro elemental (ECF) o totalmente libre de cloro.
El papel reciclado es aquel que utiliza fibras recuperadas de papel o cartón, pero puede ser ecológico o no dependiendo del proceso que utilice para su producción, ya que algunos papeles reciclados utilizan productos contaminantes en su elaboración, como tintas compuestas por barnices, aceites o disolventes que pueden generar un impacto negativo en el medioambiente.
Con la recuperación y el reciclaje de los productos papeleros una vez usados, se prolonga la vida útil de las fibras de celulosa obtenidas de la madera, optimizando el aprovechamiento de este recurso natural.
Por otra parte, el papel usado que no entra en el circuito de reciclaje (por no ser apto como materia prima) puede ser empleado como combustible, al igual que la biomasa y los residuos del proceso de fabricación. De este modo se cierra el ciclo sostenible del papel, que parte de una fuente renovable y natural de materia prima.
Para lograr estos niveles de aprovechamiento, la industria de la celulosa y del papel, además de realizar adaptaciones técnicas e inversiones importantes dentro del proceso de producción, debe captar, con el apoyo de la sociedad, del Gobierno y de organizaciones de recicladores, los papeles usados antes de que se contaminen al mezclarse con otros residuos, por lo que dichas industrias han contribuido a desarrollar y estructurar las actividades de recolección y comercialización de los desperdicios que se aprovechan como materia prima dentro de sus procesos de fabricación de papel. En el año 2005, México alcanzó el tercer lugar entre los países recicladores mas importantes del mundo, con un Índice de utilización de fibras secundarias del 83.3%.
Otra opción: el papel de piedra
Para fabricar papel existe un proceso en donde ya no son necesarios los árboles, el agua, ni el cloro; sólo hace falta piedra caliza, yeso, mármol y resina. Estos son los ingredientes del nuevo papel de piedra, una alternativa ecológica al tradicional papel elaborado con fibra de celulosa.
Propiedades del Papel de Piedra son:
1. Es fabricado sin agua y sin arboles.
2. Es fabricado hasta en un 80% con carbonato de calcio y como material aglomerante una resina de polietileno de alta densidad no tóxica.
3. No requiere de blanqueadores para su fabricación.
4. Es fotodegradable, se fragmenta al dejarlo expuesto a los rayos U.V. después de unos años, se convierte en polvo de piedra.
5. Resiste al agua y aceite.
6. Resistente al rompimiento.
7. Lavable.
Su color blanco se consigue sin utilizar cloros ni ácidos de ningún tipo y es fotodegradable, basta con una exposición solar de entre tres y nueve meses para que se degrade. Este papel es más respetuoso con el medio ambiente, ya que consume un 50% menos de energía en su producción, genera la mitad de emisiones de CO2 en su incineración y necesita un 30% menos de tinta que el tradicional. Uno de los inconvenientes para generalizar el uso de este tipo de papel es su alto costo (casi tres veces mayor al del papel tradicional).
La clave para fomentar el cuidado al ambiente está en consumir productos que realmente cumplan con estas propiedades, algunas marcas cuentan con certificaciones que avalan su compromiso. Es importante saber que, además de verificar qué productos se consumen en las empresas o en los hogares, la solución radica en la conciencia ecológica de cada individuo y en cómo reduce el desperdicio o fomenta la reutilización y el reciclaje del papel.
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