El suministro de aire comprimido es tan importante en para la automatización industrial que se le considera un cuarto servicio básico después de la electricidad, el gas natural y el agua.
Un sistema de tratamiento de aire comprimido tiene como objetivo limpiar el aire de partículas, agua y aceite suspendidos y, con ello, evitar que se reduzcan la productividad, la vida útil de los equipos y la eficiencia energética del proceso. Para lograr esto, el aire pasa por unidades de mantenimiento que surten de aire a cada dispositivo neumático (por ejemplo, un cilindro neumático). La disposición de las unidades se diseña en función de las necesidades específicas de cada planta industrial.
En este post te diremos cuáles son los criterios que debes de revisar al elegir una unidad de mantenimiento para aire comprimido.
¿Qué debo considerar a la hora de elegir una unidad de mantenimiento?
La unidad de mantenimiento y sus componentes para tratar el aire comprimido se elige en función de tres características básicas, que a su vez se definen de acuerdo al sector industrial:
El grado de pureza del aire. Un nivel adecuado de pureza aumenta la vida útil de los sistemas neumáticos. La norma ISO 8573-1:2010, establece los requisitos de pureza del aire comprimido, en ella se encuentran las concentraciones de cada contaminante: partículas sólidas, agua y aceite. Por ejemplo, para alimentos como bebidas, carne o verduras se recomienda:
1. Partículas sólidas: clase 1
2. Agua: clase 4
3. Aceite: clase 1
Caudal del aire comprimido. Al seleccionar la unidad de mantenimiento es importante conocer el volumen de aire comprimido que requiere el proceso. Cuanto más grande sea el tamaño de la unidad de mantenimiento, mayor será el caudal que demande. Para determinar el caudal se requiere conocer:
1. El tamaño de secciones de la unión
2. Los conductos de alimentación y las bifurcaciones
3. Limpieza de los conductos y
4. Las fugas probables para evaluar la eficiencia del sistema
Presión del aire. Se debe encontrar la presión de trabajo correcta para la operatividad de los sistemas de automatización de la planta. Una presión baja merma la operatividad, pero una presión alta ocasiona desgaste en componentes y mayor gasto energético.
En el valor de presión también influye el cálculo de los componentes del sistema de tratamiento, los aspectos mencionados sobre el caudal y principios físicos como la presencia del agua, el grado de humedad (cantidad en la atmósfera de vapor de agua) y de condensación (porque define la temperatura a la que se puede refrigerar el aire comprimido, el punto de condensación bajo presión debe ser 10 K por debajo de la temperatura ambiente a la mínima).
No olvides que estos sistemas son “trajes a la medida” y necesitas de un proveedor experto en tratamiento de aire y cilindros neumáticos que te ayude a seleccionar la combinación perfecta a tus necesidades.
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