Muchos becarios llegan a una organización con una mentalidad clara: “esto es temporal”. Esa visión, aunque comprensible por su estatus profesional de practicantes, puede ser un obstáculo cuando los hace desconectarse de los objetivos, minimizar responsabilidades y ver su rol como irrelevante.
Pero, ¿y si la empresa cambiara esa percepción desde el primer día?
Además, la rotación de becarios y su aparente falta de compromiso no son simples incidentes administrativos: pueden ser síntomas de un modelo de integración con ciertas áreas de oportunidad que, si no se atienden, puede afectar la productividad, la cultura organizacional y el desarrollo de talento joven en tu empresa. Lee el arículo completo aquí.